Phubbing: La Ilusión de la Conexión y la Pérdida del Otro
- Mauricio Jiménez, Psicólogo
- 23 ene 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 25 feb

El phubbing, o ningufoneo, es un fenómeno cada vez más común en la era digital, donde la presencia del teléfono móvil interfiere en la calidad de la comunicación cara a cara. Más allá de ser una simple distracción, este comportamiento es un síntoma de una estructura subjetiva que prioriza la pantalla sobre el vínculo real, afectando las dinámicas familiares, de pareja y de amistad.
Desde el psicoanálisis, podríamos preguntarnos: ¿qué función cumple el teléfono en la economía psíquica del sujeto? ¿Es una barrera para evitar el encuentro con el otro? ¿Una defensa contra la angustia que genera la relación con la mirada y el deseo del otro?
La pantalla como escudo frente a la falta
Sigmund Freud nos enseñó que la interacción humana no es solo una cuestión de palabras, sino que involucra el lenguaje del cuerpo, los gestos, las pausas y los silencios. Jacques Lacan, por su parte, planteó que el sujeto se constituye a través del deseo del Otro: existimos en la mirada y el reconocimiento del otro.
El phubbing puede ser visto como un mecanismo de evitación, un refugio frente al encuentro con el Otro en su dimensión real. Quien está sumido en la pantalla encuentra allí una protección contra la incomodidad de lo impredecible en la interacción humana. El celular funciona como un objeto transicional, un mediador que permite controlar la ansiedad social y evitar el riesgo del rechazo, del juicio o incluso de la intimidad emocional.
"Me hablas, pero no estás": El rechazo silencioso
El sujeto que experimenta phubbing por parte del otro describe una sensación de vacío y exclusión: "le hablo a una pared", "no me contestas por estar con el celular". Aquí se pone en juego un fenómeno de desmentida (Verleugnung), donde la presencia física del otro no garantiza su disponibilidad emocional.
Desde una perspectiva lacaniana, podemos decir que el phubbing fragmenta la estructura simbólica del vínculo. La mirada, el gesto y la palabra pierden su función de sostén de la relación, dejando al sujeto en una posición de desamparo (Hilflosigkeit).
En las relaciones de pareja, este fenómeno se vuelve aún más problemático, ya que el celular puede convertirse en un tercero que interfiere en la dinámica íntima, desplazando la libido hacia el mundo virtual y dejando en un segundo plano la relación real.
La paradoja del mundo hiperconectado: Más dispositivos, menos encuentros
La conectividad permanente ha generado una paradoja: estamos más accesibles que nunca, pero al mismo tiempo, más distantes. Las redes sociales y los mensajes instantáneos generan la ilusión de cercanía, pero muchas veces refuerzan la soledad.
El phubbing también puede estar vinculado a una compulsión por la validación digital. El sujeto que revisa constantemente su celular busca algo más que información: busca reconocimiento, una confirmación de su existencia en el universo simbólico. Sin embargo, este reconocimiento nunca es suficiente, lo que refuerza la compulsión y el desinterés por la interacción real.
Phubbing y angustia: ¿Qué hay detrás del teléfono?
Si analizamos el ningufoneo desde la estructura subjetiva, encontramos que no todos los sujetos lo experimentan de la misma manera. En algunos casos, el teléfono se usa como defensa contra la angustia de la soledad, mientras que en otros, es un medio para evitar el encuentro con el deseo del Otro.
Algunos factores psíquicos que pueden propiciar esta conducta son:
🔹 Inseguridad y ansiedad social: El celular como refugio ante la incertidumbre de la interacción humana.
🔹 Miedo a la falta: La necesidad de revisar constantemente el teléfono para no perderse "algo importante".
🔹 Evasión del conflicto: Evitar hablar de temas difíciles refugiándose en la distracción digital.
🔹 Rechazo de la intimidad: El celular como barrera para no conectar emocionalmente con el otro.
¿Cómo salir de esta trampa?
Si el phubbing ha deteriorado tus relaciones, es importante interrogar qué función cumple en tu vida. ¿Es una defensa contra la angustia? ¿Es un mecanismo de evitación? ¿Es una compulsión difícil de controlar?
Algunas estrategias pueden ayudar a recuperar la calidad del encuentro:
🔹 Crear momentos sin dispositivos: Establecer reglas de "desconexión" en espacios familiares o de pareja.
🔹 Reeducar la mirada y la escucha: Prestar atención consciente a la interacción con el otro.
🔹 Preguntarse qué angustia se esconde detrás del uso excesivo del celular.
🔹 Priorizar el deseo sobre la compulsión: Recordar que el deseo no se satisface en la inmediatez de la pantalla, sino en el lazo con el otro.
El phubbing no es solo una cuestión de malos hábitos, sino un síntoma contemporáneo que revela la fragilidad del vínculo humano en la era digital. Recuperar la presencia real es una decisión que implica un trabajo subjetivo: no solo apagar el teléfono, sino encender el deseo de encuentro con el otro.
¿Sientes que el celular interfiere en tus relaciones? ¿Te has sentido ignorado por alguien que siempre está en su teléfono? Comparte tu experiencia.
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